En el Palacio de los Duques de Pastrana, impresionante complejo que alberga los cuarteles generales de la ONCE, se celebró ayer el XXIII Foro Anual del Club de la Excelencia en la Gestión. Un encuentro en el que empresarios de verdad se reúnen para debatir aquellos asuntos que les perturban, les asustan y les acomplejan, como diría la vidente televisiva Esperanza Gracia. Es tan real todo lo que allí acontece, que uno de los patrocinadores era Central Lechera Asturiana, implicada por la CNMC en los acuerdos que pactaban a la baja lo que había que pagar a los pobres ganaderos. De hecho, su director general, José Armando Tellado, se tomó su café con leche sin ningún remordimiento de conciencia.
Como todo acto que se precie, desde la tribuna también se lanzaron diatribas contra el ministro Wert, encargado de clausurar la sesión, por el 21 por ciento en el IVA cultural, como si los demás sectores y autónomos no lo pagáramos.
María Benjumea afirmó que está encantada de que se ponga de moda el emprendimiento y dijo tener el corazón partío, pues se debate entre su patriotismo cañí y la importancia que exige el mundo anglosajón.
Carlos Fernández se hizo una coleta para reivindicar que la burocracia española echa para atrás a los que quieren montar empresas y que aquí el capital riesgo no se arriesga. ¿Cómo se pueden pedir 320 euros todos los meses a los que deciden lanzarse a la aventura de crear algo?, se preguntó ante el alborozo del personal asistente. Este chico ha visto un nicho en la elaboración de videojuegos, un sector en el que el país está pegando muy duro y al que la Administración no hace ni puñetero caso.
Por su parte, el presidente de Europa Press, Asís Martín de Caviedes, que saluda a una ministra y después modera una mesa de debate sin despeinarse, habló de cosas tan incómodas en nuestro país como la excelencia y las reformas que hay que hacer.
No estuvo solo. Dos exministros de los presentables, Manuel Pimentel y Jordi Sevilla, le acompañaron en tan ardua tarea. Hay que decir que ambos tuvieron un corto recorrido en sus departamentos, pues abandonaron los Gobiernos del PP y del PSOE de forma acelerada. Pimentel ahora se dedica a editar libros y mediar en conflictos laborales, mientras que Sevilla trabaja para una multinacional alejada de las tesis socialistas. El primero exigió a la gente el voto responsable si de verdad queremos conseguir que España sea excelente, mientras que el segundo se preguntó con sorna; ¿si es tan bueno adelgazar, por qué no estamos todos delgados?, en referencia a que no es tan sencillo reformar la Administración. Lo que sí destacó como un hito es que, ahora, tras la recesión, 1.500 empresas patrias producen fuera de nuestras fronteras, lo cual parece un hecho irreversible.
José Luis Bonet es el presidente de la Cámara de Comercio de España y del Foro de las Marcas Renombradas. Pero sobre todo es un hombre que lleva la exportación en la sangre y de los pocos que de verdad ha puesto pie en pared al independentismo catalán, y no solo por los evidentes riesgos económicos que conlleva. Para él, la mayor lección de la crisis es que la gente ha aprendido en cabeza propia que es mejor ser hormiga que cigarra y que todos los excesos se pagan, algo que ha ayudado mucho a la hora de establecer unas relaciones laborales más razonables.
Manuel López, presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, destacó la gravedad del desempleo juvenil y que la mayor parte de nuestros jóvenes se plantean irse de aquí quizá para no volver. Esto descapitaliza una sociedad, por lo que resaltó que hay que volver a ser un destino interesante en el ámbito laboral. Éste ha sido, para él, el daño más grave de la crisis.
Dejo para el final la participación de José García Carrión, presidente del Grupo Vinícola que lleva sus apellidos, pues sus palabras me parecieron auténticos esloganes de campaña. No ha habido una recesión económica, sino un cambio de era, mantuvo, lo cual yo interpreto como que hay que cambiar la mentalidad de la gente y no solo la forma de funcionar. En España hay mucho talento pero no está ordenado, algo que nos penaliza, y las Comunidades Autónomas se han convertido en un lastre, cosa que no ayuda a la sociedad, pues acumulan déficits intolerables. Su apuesta pasa por el continente africano, que superará en el futuro a Asia y denuncia que el pool eléctrico manda más que el Gobierno, y este es uno de los factores por el que las empresas patrias son menos competitivas que el resto de sus socios europeos. Su grupo lleva 100 años exportando, así que algo de caso hay que hacerle y no solo porque protagonice anuncios en la tele.
Entre los asistentes pude ver también al alma mater de este foro, Juan Antonio Zufiria, director general de IBM Europa, cuyo bigote es propio de un sargento de coraceros del siglo XVIII, y a José Ignacio Wert, ministro de Educación, que siempre ha afirmado que la reforma económica más importante que requiere este país es la educativa. Algo que a la vista de la situación de nuestras aulas y los que las ocupan, más implicados en huelgas que en formase bien, se hace una realidad indiscutible.