El Cega se desbordó en solo dos horas

Redacción
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Preocupación e indignación entre los vecinos de Viana afectados por las inundaciones · Se quejan de que nadie les alertase del riesgo y achacan la súbita crecida a la actuación de Protección Civil al liberar troncos en un puente en Mojados

Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Preocupación e indignación eran los sentimientos que embargaban ayer a las dieciséis familias afectadas por la súbita crecida del río Cega a su paso por la localidad vallisoletana de Viana de Cega que se produjo la pasada madrugada, que obligó a los servicios de Protección Civil a desalojarles en barca de los chalet donde residen.  “No protestamos por la crecida del río, porque vivimos cerca del cauce y estamos expuestos a ello. Lo que no es normal es que nadie nos haya advertido del peligro para poder haber movido al menos los vehículos, y más cuanto el nivel del agua ha subido tanto y tan de repente”, apuntaba a Ical Clara Juez, una de las afectadas.

Tras veinte años viviendo en un adosado, la de esta madrugada ha sido la tercera inundación a la que ella y su familia ha tenido que enfrentarse, aunque “ninguna fue como ésta”. “Antes, cuando subía el río, venían efectivos de la Guardia Civil e incluso les poníamos un café mientras desalojábamos los coches de la chopera al lado del río donde los dejamos siempre. Pero esta vez nadie avisó, pese a que en Mojados estaban en alerta desde las tres de la mañana”, lamenta.

Ella ha visto cómo el agua anegaba dos furgonetas, dos coches y dos motocicletas de su propiedad, que la crecida hizo desaparecer cuando clareaba el día. En declaraciones a Ical, se pregunta cómo es posible que uno de los vecinos de la principal calle afectada aparcase su coche “sin ningún problema” en la zona ahora inundada a las cuatro de la mañana, y dos horas después ya no podía verse ni rastro del vehículo debido a la crecida. “Algo han hecho que no nos van a decir”, lamenta mientras su hija Judith intenta acceder a la vivienda por el patio interior, también inundado, para rescatar unas entradas para una fiesta que se celebra esta noche en Madrid.

Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana.Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Los mayores del municipio, como Santiago Pérez Casares, recuerdan en días como hoy las grandes inundaciones que han afectado al municipio en las últimas décadas. La mayor de ellas tuvo lugar en 1948, cuando él apenas era un niño, y arrasó, según relata, “todas las casas que había a la entrada de Puente Duero, que eran de adobe, salvo una que tenía un pequeño zócalo de cemento”.

María Ángeles y Julián Rodríguez son otro de los matrimonios afectados. Ellos tenían previsto partir a las 8 de la mañana en dirección a Cabárceno con su hijo Cristian, de trece años, pero el teléfono comenzó a sonar a las siete menos veinte cuando un familiar les alertó de la situación.

“Ha sido una crecida repentina, que no relacionamos con que haya llovido demasiado. Nosotros llevamos veinte años viviendo aquí, y hemos vivido algo parecido otro par de veces, aunque no fue esto ni muchísimo menos. Entonces el río iba creciendo poco a poco, pero esto ha sido totalmente súbito. No sabemos el motivo y es lo que queremos saber”, explica ella.

Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana.Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Otro vecino, Gustavo Pedraza, incide en esta hipótesis, y comenta que “no ha sido algo normal”. “A las seis de la mañana el agua nos llegaba por el tobillo y una hora después ya estaba por la cintura”, añade. Sus hijas Lucía y Ángela, de once y trece años de edad, fueron trasladadas a la Casa de Cultura del Ayuntamiento local tras ser rescatadas en zodiac. “Al principio, cuando nos hemos dado cuenta de lo que pasaba, era aún de noche y estaban un poco asustadas, pero luego lo han vivido como una aventura, como algo distinto. Se han puesto a ayudar un poco y a subir cosas para arriba, y cuando han llegado los bomberos ya era una fiesta. Ahora están en casa de la abuela”, comenta.

Tras catorce años viviendo en el lugar afectado, recuerda también la anterior gran inundación, doce años atrás, un suceso que “fue muy distinto a éste”. “Era por Navidad, y nos avisaron sobre las doce de que subiéramos los coches, los sacamos y el agua no llegó a entrar, se quedó a las puertas de la mayoría de las casas”.

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Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana.
Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana. - Foto: Miriam Chacón (Ical)
Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana.
Desbordamiento del Cega, a su paso por Viana. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

“Si esta noche la crecida llega a pillar a alguna persona mayor o a algún niño durmiendo en la planta baja, olvídate. No nos ha dado tiempo de sacar nada, los coches están todos ahí”, subraya Julián Rodríguez antes de atender la llamada de un familiar preocupado:  “Ahora estoy más tranquilo pero en cuanto entre en casa no sé qué me voy a encontrar. Tengo metro y medio de agua dentro de casa, y ahora estamos esperando a que el río baje un poco y los bomberos puedan achicar algo, y luego a denunciar y a patalear lo que haga falta ante el Consorcio o quien sea. Esto ha sido un golpe repentino de agua. Algo han hecho, quizá al desatascar un puente en Mojados, y ha venido todo el agua de golpe hacia aquí y ha entrado”.