Bigotes anónimos y solidarios

M.B
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Es mes de noviembre y vuelve Movember. Seis vallisoletanos, un carnicero, un peluquero, una universitaria, un hostelero, un carpintero de aluminio y una dependienta, cuentan su experiencia apoyando este evento anual e internacional en sus vidas

José Luis prepara cinco muslos de pollo en su carnicería, mientras explica cómo empezó su apoyo a Movember: «Un amigo no tenía testículos. Por entonces vivía en el extranjero y empecé a ver de qué iba esto de los bigotes». Paula se escapa de una clase de 4º de Educación Infantil para contar que «hay campañas de prevención del cáncer de mama y esta de Movember ayuda para los que afectan a la salud masculina». Edu lleva cuatro años siendo una de las imágenes de este movimiento en Valladolid; acude con su silla de barbería a afeitar a fiestas y eventos para recaudar fondos: «Llevo cuatro años y volveré a estar en varios sitios estos días». José Ángel aseguraba que se había quitado ya el bigote pero aparece de nuevo con él en su cafetería para la foto: «Al que se mete con mi mostacho le obligo a comprar una chapa -y ya ha vendido 200-». Sonia espera a terminar su turno en la tienda donde trabaja. Es maquilladora y se pinta un bigote perfecto: «Toda la gente de mi entorno está informada de qué va Movember». Víctor lleva toda la semana entre Laguna y Valdestillas con su carpintería de aluminio: «Creo que en los últimos años se están viendo más bigotes».

Ellos son seis Mo Bros y Mo Sistas, que es como se conoce a la gente que participa de forma activa en Movember. Son seis vallisoletanos que no dudan en pasar el mes de noviembre dando a conocer, en muchas ocasiones en sus trabajos, este evento anual. Porque Movember, que se caracteriza por el bigote (el nombre es una mezcla en inglés de moustache y november), es algo más que una fundación que recauda fondos para invertir en programas de investigación contra el cáncer de próstata, el de testículos, la saluda mental y la inactividad física. Movember es dar a conocer todos esos problemas que afectan al hombre mediante actos tan sencillos como dejarse bigote, pintárselo o divulgar y hablar sobre ello.

Y de esto último sabe mucho José Luis Collazos, al que muchos llaman el alcalde de la Rondilla; aunque realmente sea el que da nombre a uno de los grupos que más acciones realiza este mes en Valladolid, los Butcher Brothers (algo así como amigos del carnicero). José es el propietario de carnicería Rosa y desde allí sensibiliza a la población del barrio: «Cada vez se ven y se oyen más casos de cáncer de próstata y de testículos. La prevención y el tacto es muy importante». Él se unió hace 7 años. Hace 4 lo hizo ya como Butcher Brothers: «Empezamos con una hucha en la carnicería y ahora tenemos repartidas 97, no solo aquí si no en otras provincias».

Desde hace dos años, en Laguna, están trabajando los Moustache Combs. Paula Molinero es una de sus Mo Sistas: «Muchas veces nos olvidamos del cáncer y de la salud masculina. En mi caso, comencé con Movember debido a que se murió un tío mío de cáncer a los 47 años, muy joven...». Estudiante en la UVa, camarera en Café La Deliziosa y directora de Cruz Roja Juventud en Laguna, tiene movilizada a media Universidad con la venta de papeletas: «Este mes vamos a hacer un concierto, una marcha, un mercadillo y vendemos esas papeletas con tres fabulosos regalos -para compararlas solo hay que ir a La Deliziosa-».

A Edu Cimas se le ve en casi todas las fiestas o eventos que recaudan dinero para Movember. Siempre con su silla de barbería y con su navaja dispuesto a preparar los mejores bigotes. «Comencé porque en la peluquería tengo una zona de barbería y quería impulsar el movimiento», señala el dueño de Cari q Pelos. Todos sus clientes conocen el evento tras 4 años apoyándole.

José Ángel Gorriti lleva tres años dejándose el bigote todos los noviembres. «Empecé porque un día hablando con unos clientes me comentaron de su existencia. Me gustó la idea y comencé haciendo una cata de cafés», señala detrás de la barra de la cafetería Los Ángeles. Los dos últimos años se ha dedicado a vender chapas (200 este 2018 y 400 el pasado) para recaudar fondos: «Mucha gente lo conoce, a otros se lo explicó, pero el que se mete con mi bigote... chapa».

«Llevo en Movember desde 2016, el mismo año que conocí a mi chico. Él ya estaba en los Butcher Brothers y me empecé a involucrar en las actividades. Este es mi tercer año y colaboro más activamente», señala Sonia. Ella trabaja de cara al público en Rituals y reconoce que «a mí me preguntan menos que a los chicos, ellos con los bigotes raros que se dejan todo noviembre lo tienen más fácil para contar esta iniciativa. Aun así, durante todo el año cuando sale la oportunidad se lo cuento a la gente».

Víctor Cubillo conoció lo que era Movember a través del novio de su prima: «Me habló de lo que significaba y desde hace tres años colaboro activamente». Ha llegado a sortear un capote de Joselillo para recaudar fondos. Él es carpintero de aluminio y dueño de QBI, viaja mucho y a veces le preguntan: «Se lo explicas y cada vez veo más concienciación».

Valladolid es una de las ciudades más activas con Movember. Deportistas, periodistas, carniceros, camareros... el bigote y la solidaridad son los protagonistas.