Duro castigo en la visita al líder

D.V.
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El Recoletas Atlético Valladolid fue derrotado por el Barça Lassa en un partido en el que los azulgrana sacaron ventaja de su continua superioridad numérica en ataque, sus contraataques y el acierto bajo palos de Gonzalo Pérez de Vargas

Duro castigo en la visita al líder - Foto: Victor Salgado VICTOR SALGADO

El Recoletas Atlético Valladolid fue derrotado por el Barça Lassa en su visita al Palau Blaugrana (46-24). El líder y campeón de la Liga Asobal se mostró intratable, ofreciendo un duro castigo a los vallisoletanos y una nueva lección de juego veloz, contraataques imparables y un gran acierto ofensivo. Con esta, los gladiadores azules suman su tercera derrota consecutiva y se ven obligados a mejorar sus resultados futuros para mantener la décima plaza que aún conserva en la clasificación.

Una de las claves fue que el Barça jugó todo el partido con siete jugadores de campo en ataque. Y ni siquiera corriendo ese riesgo sufrió ante un Recoletas que marcó varios goles a puerta vacía, pero fue anecdótico. Así, ya en los primeros minutos los locales tomaron una ventaja insalvable que rompió el partido demasiado pronto y que, por momentos, parecía que iba camino hacia una goleada histórica. Por fortuna, los de Pisonero tiraron de orgullo para en la segunda parte aguantar con más acierto la tormenta azulgrana.

En este festival anotador del Barça sobresalieron sus extremos, en especial el debutante en la Asobal Nemanja Ilic (7 goles), pero también, a pesar de las rotaciones, brillaron el lateral galo N’Guessan (7 goles), Jure Dolenec (5), Dika Mem (5) y Aleix Gómez (5). En el Recoletas Miguel Martínez firmó su mejor partido en Asobal con 5 goles, Miguel Camino terminó con 4 goles y Abel Serdio con 3, aunque falló 5 lanzamientos. Otro de los grandes protagonistas fue Gonzalo Pérez de Vargas, con 12 paradas, un muro que evitó que el Recoletas se creciera.

El Barça comenzó jugando ya sin portero y un jugador de campo más en sus ataques. Toda una declaración de intenciones que creó un desequilibrio brutal desde el inicio. No le importó a Xavi Pascual arriesgar sin portero ante un Recoletas que anotó hasta 4 goles a puerta vacía. La ventaja de jugar en superioridad le dio al Barça mucho más que le quitó. Por cierto esta ventaja táctica ya la utilizado Pascual en los tres últimos partidos ante el Recoletas.

De este modo, poco pudo hacer el Atlético Valladolid ante el huracán de juego rápido, contraataques y efectividad en lanzamientos del Barça Lassa, que en 5 minutos ya ganaba por 7-2. Tampoco ayudaron la buena actuación de Gonzalo Pérez de Vargas en la portería (8 paradas en la primera parte, 12 en total) y las muchas pérdidas de los gladiadores azules. Con estos ingredientes el cóctel perfecto para el Barça estaba listo.

Un tiempo muerto de David Pisonero pareció encender a los suyos durante unos minutos (7-5, minuto 9). Pero ahí se acabó cualquier atisbo de asustar a los azulgrana. Las contras y los ataques rápidos con ventaja numérica del Barça terminaban siempre en gol y la ventaja fue aumentando rápidamente, sobre todo a partir del minuto 14. De un 14-9 se pasó a un 24 10 en diez minutos terribles para los vallisoletanos, un parcial de 12-1 que dejó el partido roto, decidido y ya sin ningún interés salvo el de ver a Abel Serdio ante su próximo equipo y dar minutos a los menos habituales, como Álvaro Martínez, que de nuevo tuvo minutos.

La segunda parte parecía seguir el mismo guión pero el Recoletas Atlético Valladolid aumentó su intensidad para recuperar orgullos y no recibir una goleada histórica. Así, durante los primeros diez minutos pudieron frenar la avalancha azulgrana e incluso recortaron (30-19, minuto 39). Pero después, ya con menos saña y más cansado, el Barça fue aumentando su ventaja hasta alcanzar su máxima diferencia al final del partido, 22 goles (46-24).

David Pisonero, entrenador del Recoletas Atlético Valladolid, valoraba así el encuentro: “Un castigo muy duro para nosotros, no hemos podido competir en ningún momento. El siete contra seis que ha planteado el Barça se nos atraganta y es difícil de resolver. Nos mediatiza mucho el juego a pesar de que hemos entrenado para evitarlo, pero es muy complicado ante un rival como este”.

“Entre lo positivo están los goles y minutos de Miguel Martínez y su hermano Álvaro, pero son parte activa del equipo y ya no es noticia que jueguen. Están cuando se les necesita y han cumplido”, ha añadido.