El detenido causó daños materiales a otro vehículo sin detenerse, por lo que fue interceptado por los agentes en la calle Recondo. El test de alcoholemia arrojó un resultado de 1,03 miligramos por litro de aire espirado. Al ser requerido para una segunda prueba preceptiva, se puso extremadamente violento e intentó agredir a los agentes y tuvo que ser reducido y arrestado.