El rescate del cadáver de un pastor en un pozo de casi 10 metros de profundidad excavado de forma artesanal en Zamora por él mismo ha sacado a la luz la historia de un hombre al que, al parecer, su obnubilación por el sueño de encontrar un tesoro le llevó a la muerte. El suceso movilizó un amplio dispositivo de búsqueda después de que un compañero diera la voz de alarma.