Detective por vocación

Isabel Martínez Novoa
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'Rip Kirby', del dibujante Alex Raymond, es una de las tiras cómicas de género policíaco más reconocidas en Estados Unidos, en donde el protagonista es un elegante investigador con cierto aire aristocrático

La idea de una tira sobre un detective llamado entonces Rip O’Rourke la propuso el director general de King Features, Ward Greene. Rip Kirby, un veterano del cuerpo de marines algo maduro, sofisticado, exatleta y ganador de numerosas competiciones, pianista y criminólogo por afición, prácticamente aristocrático, da vida a la obra maestra de Alex Raymond (1909-1956). 

Se trata de un cómic con un hilo conductor a dos corrientes, personajes glamorosos y elegantes, muy explotado durante los años 30 y 40. Son sujetos salidos de los bajos fondos, los tirones o puñetazos participaban en la acción, pero nunca en exceso, despeinándose lo justo, dibujando a su héroe tan perfecto y atractivo que el autor decidió ponerle gafas y la nariz rota para dotarlo de normalidad. Con incisiva precisión al gesto y la expresión corporal -mediante sombreados de lápiz influenciado por la técnica del pincel seco, entintando contrastes de luz- Rip Kirby se convirtió en el superventas del momento, al tiempo que se encuadró dentro del género policíaco, lo que marcó un antes y un después en este género. 

Raymond había ido escalando con una clara vocación de difícil ejercicio como dibujante no declarado. A finales de 1933 había creado tres tiras nuevas, una ópera espacial del estilo Julio Verne (Flash Gordon), aventuras en la jungla (Jungle Jim) y un drama de género negro (Secret Agent X-9), escrita inicialmente por Hammett e ilustrada por él. 

Llegó la guerra y fue llamado a filas, dejando las series en manos de sus colaboradores entre los que se encontraba su hermano James; ya como excombatiente retornado, con 34 años se puso a trabajar sobre el transfondo de la justicia, con un detective neoyorquino llamado Rip Kirby. El 26 de enero de 1946 se inició como un Sherlock Holmes moderno, con un mayordomo, Desmond, exladrón de cajas fuertes reformado y una hermosa modelo rubia, Judith Lynne, la dulce Honey; el cuarto personaje principal de la serie daría trazos a una morena, Pagaan Lee, como femme fatale, con planos generales para crear la atmósfera y primeros planos para el impacto. 

Entregar una tira diaria suponía mucho trabajo. Al principio contaba con 75 clientes, pero en tan solo seis meses esa cifra ascendió hasta los 150, y en 1948 ya había superado los 300 periódicos, pasando a ser uno de los dibujantes de tiras de cómic más importante de Estados Unidos. 

A partir de los años 50, se rodea de un equipo de guionistas con patrones narrativos de literatura heroica, trajes bien planchados y mezclando a la perfección la novela negra con el melodrama clásico, mientras parapetaba a sus personajes dentro de un físico de profesor universitario.

El Bandini Barchetta con motor Crosley no era el primer deportivo que se importaba de Italia. Su anterior Bandini se expuso en el National Motor Sport Show de Nueva York en 1954. Desgraciadamente el 6 de septiembre de 1956 conduciendo un Corvette descapotable de su colega el dibujante Stan Drake (que sí sobrevivió al accidente), encontró la muerte con tan solo 46 años. Raymond no llegó a ver su nuevo Barchetta, se saltó una señal de stop, salieron disparados más de 20 metros por los aires, directos contra unos árboles. En el salpicadero, un lápiz flotando en el aire. 

Raymond incorporó un nuevo estilo de fotorrealismo a la página del cómic. Ahora Planeta Cómic le rinde homenaje y tributo con una elegante recopilación sobre Alex Raymond.