El secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Javier Izquierdo, defiende las partidas que se han presupuestado en este proyecto de PGE porque son las «reales» porque si las infraestructuras pendientes no tienen proyectos no se pueden ejecutar.

¿Entiende la decepción por escasas inversiones de Fomento en la A-11, la A-60 o el tercer carril?

No tiene que haber decepción cuando está la previsión de licitar dos tramos de la A-11, entre Tudela y Olivares y Olivares y Quintanilla, que tendrán consignación presupuestaria de unos 230 millones de euros. Me cuesta entender la decepción porque por fin vemos avanzar una autovía muy importante. Por otro lado, se retoman las obras de la variante ferroviaria, con una partida de 25 millones de euros, a lo que hay que añadir todas las actuaciones en conservación de carreteras, donde habrá un aporte muy significativo. La política general es empezar a invertir más en conservación que en nueva infraestructura por el mal estado de conservación de muchas autovías en esta comunidad. Y ahí estamos haciendo un esfuerzo importante desde que llegamos.

Van a licitar dos tramos de la A-11, pero con la consignación de 7 millones parece difícil que se puedan ver obras este año.

La licitación se autorizará por el Consejo de Ministros en el primer trimestre. A partir de ahí se licita la obra, un proceso que lleva seis o siete meses. Es muy lento pero ya lleva la previsión de lo que se puede gastar cuando el contrato esté adjudicado y firmado. Por eso la dotación es la que es, pero está ajustada a la realidad. Lo importante es que se licita y se adjudica. Eso ya no para.

También tiene cantidades ínfimas presupuestadas la A-60. ¿Cuál es la explicación en este caso?

Es muy difícil poder licitar obra cuando ni siquiera están redactados los proyectos. Se han adjudicado dos proyectos, que van desde Villanubla a La Mudarra y de aquí a Rioseco, y está incorporada la previsión de licitación del resto de los tramos hasta León. Dinero no puede haber para obra cuando ni siquiera los proyectos estaban redactados por el anterior Gobierno. 

Otro caso parecido es el del tercer carril de la A-62 y la variante de Simancas.

Tenemos que sacar a información pública el proyecto del trazado y hay que someterlo a la Declaración de Impacto Ambiental. Lo que tiene es la consignación para ese proyecto de trazado. Esperamos tenerlo en los primeros meses, con el compromiso de presentarlo en Simancas. Los ciudadanos deben entender que una obra no es decir hágase y ya se están moviendo las máquinas. 

Pero hay partida para la pasarela de Boecillo sobre la N-601. ¿Por qué esta avanza más rápido?

Ese es un convenio que venía del año pasado y no se pudo cumplir. Este año habrá que tratar de cumplir el compromiso presupuestario y ejecutarla.

Las obras vinculadas al ferrocarril, hacen que la inversión suba, sobre todo por la Variante Este.

Más allá de las cuantías lo importante es que se retoma una obra que estaba parada desde hace un montón de años, que parecía que estaba descartada y que gracias al impulso del alcalde a la hora de negociar el convenio ferroviario se ha retomado. Es importante para que puedan pasar las mercancías por allí, para darles buenos accesos a los nuevos talleres, y que no tengan que pasar por el canal central de la ciudad.

¿Cómo socialista y vallisoletano está satisfecho con estos PGE?

Son unas cuentas con un incremento muy importante de la inversión, que palían algunos desequilibrios y suponen, sobre todo, reorientar las inversiones. La alta velocidad baja un 2% mientras que el ferrocarril convencional crece de manera significativa. Promoveremos un giro de las políticas de gasto para atender a los transportes con más usuarios.

¿Le han pedido alguna mejora sus compañeros de Valladolid?

Este es un presupuesto que apuesta por revertir los recortes que hizo el Partido Popular en los últimos siete años. Se está incrementando la recaudación en base a subir los impuestos a la banca, las petroleras, a las grandes empresas... y bajárselo a los pymes.