Mariángeles García, Premio Miguel Delibes

Ical
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La galardonada por la Asociación de la Prensa de Valladolid destaca el impulso a la escritura de las redes sociales y el interés por la ortografía

Mariángeles García, galardonada con el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, destacó hoy la importancia de la ortografía, que equiparó con la forma de vestir, ya que señaló proyecta una imagen positiva, si se opta por la corrección. “La forma de escribir dice mucho de nosotros”, sentenció en declaraciones a Ical, tras conocerse el fallo del jurado de la edición XXIII.

En ese sentido, García, nacida en Madrid, pero con raíces en El Burgo de Osma (Soria), destacó la emoción que le produce ser la ganadora de este Premio, que concede la Asociación de la Prensa de Valladolid (APV). “Es el primero”, dijo, al tiempo que reconoció que está asimilando que un trabajo suyo ha sido reconocido con un galardón que lleva el nombre del escritor Miguel Delibes. “Es un reconocimiento a un trabajo que me gusta mucho”, añadió.

Asimismo, Mariángeles García destacó que cada vez se está aceptando más la importancia de las reglas ortográficas. “Se intenta escribir bien, hay mucho interés”, afirmó la autora de Yorokobu, quien destacó también la importancia que le dan su compañeros de profesión, los periodistas, por tratarse de su herramienta de su trabajo. “Es verdad que se nos escapan cosas”, admitió, pero replicó que existe un “interés generalizado”.

Al respecto, la premiada destacó que las redes sociales han dado un impulso a la escritura y destacó que en este soporte también se intenta escribir bien, aunque algunas veces se encuentren ejemplos que indican todo lo contrario. A su juicio, esto se debe a que tienen un componente de “espontaneidad” y a que se trata de una escritura “más libre” y “más rápida” sobre lo que uno siente.

Mariángeles García recalcó que “no son un baremo”, pero reivindicó que cada vez la sociedad trata de escribir “mejor”. En cualquier caso, afirmó, “se está escribiendo que no es poco”.

Finalmente, destacó que los artículos premiados nacieron al hilo de las nuevas normas de la Real Academia Española que generaron “cierta controversia”. Para enganchar al lector sobre una materia, que reconoció es “un rollo”, se plantearon una serie de relatos cortos sobre la tilde en el sólo o la ‘coma asesina’ entre el sujeto y el predicado. Además, agradeció el apoyo que recibió de los editores y directores de Yorokobu, una revista que toma su nombre del japonés y que significa estar feliz.