El detenido había sido identificado horas antes por una patrulla, a requerimiento del dueño de un bar de la localidad, con lo que se cree que habría actuado en venganza, provocando destrozos (por valor de 1.282 euros) en dos maceteros que hay a las puertas del cuartel que la Guardia Civil tiene en Boecillo. Por ello, fue detenido como presunto autor de un delito de daños.