"Cuando se recurre al ejercicio del derecho a la huelga en un servicio tan esencial hay que tener motivos muy fuertes y poderosos, y los que la han convocado no los tienen", sostiene Puente, quien explica que la situación de los trabajadores desde el punto de vista laboral y salarial es "verdaderamente cómoda, por emplear un término que no hiera a nadie".