La salud mental empieza por las aulas

J. Benito Iglesias
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La Asociación el Puente Salud Mental aplica un programa pionero con alumnos de institutos, profesorado y estudiantes universitarios de Educación Social para dotarles de herramientas preventivas

La salud mental empieza por las aulas

Los factores vinculados al día a día en la sociedad como el estrés, el acoso escolar, un mal uso de redes sociales, la violencia de género o la producida en el ámbito doméstico influyen en el hecho de que muchas personas puedan sufrir un problema de salud mental a lo largo de su vida. La formación y la prevención resultan pues claves para tratar de evitar una de las patologías con mayor incidencia en la vida moderna. Por ello, y para paliar en lo posible el problema, la ‘Asociación El Puente Salud Mental’ pensó en desarrollar un trabajo de sensibilización en el ámbito educacional.

Así, este curso nació un programa pionero en la Comunidad con alumnos de institutos, profesorado y estudiantes universitarios de Educación Social de cara a dotarles de herramientas preventivas. Las sesiones formativas se han realizado por el momento en los institutos de La Merced, Ribera de Castilla y Ferrari y el colegio concertado Gregorio Fernández, además de la Facultad de Educación, todos ellos centros educativos de la capital vallisoletana.

Daniel Cembrero, psicólogo, y Carmen Aguado, educadora social, ambos pertenecientes a la ‘Asociación El Puente Salud Mental’, vieron la necesidad de profundizar y mejorar las técnicas de las que ya dispone el profesorado, ampliadas luego al trabajo con los alumnos, a la hora de construir una buena salud mental desde la adolescencia para evitar posibles problemas en el futuro.

“Se trata de sugerir fórmulas en edades tempranas, donde se tienen menos recursos, ya que la salud mental hay que trabajarla y no esperar a poner el foco cuando el problema ya está ahí. La adolescencia es un momento clave de modificación del cerebro y se puede intervenir mejor en una incidencia que cuando ya se tiene una edad adulta”, relata Daniel Cembrero.

Con los alumnos de los institutos el trabajo -más que utilizar un marco teórico que seguramente no les llega- se realizan una serie de ejercicios para que visionen la importancia de tener objetivos y metas en la vida y contar con una red social y mantenerla. “Se les da a conocer mecanismos de defensa, para que los identifiquen y los apliquen. A unos les servirán de ayuda y a otros no tanto, pero la intención es apoyarles para afrontar su día a día de la mejor forma posible”, explica

Evitar el aislamiento

En cuanto a las redes sociales, el psicólogo de ‘El Puente’ considera que en ocasiones producen “un efecto colateral que es el aislamiento”. Por ello, apunta que preciso que el adolescente “tenga recursos” ya que en el contexto de esas redes “existen modelos sobre cómo superar situaciones vitales y, por ello, son buenas las relaciones en positivo dentro de un uso adecuado, evitando que las relaciones en negativo, que también se dan, se normalicen”. “Es decir, hay que hacerles ver que el hecho de utilizar la violencia y los insultos en ciertos juegos hay a gente a la que le duele. Si se juega a pegar a veces terminas pegándote”, asevera.

Mientras tanto, en el trabajo llevado a cabo con el profesorado y los futuros docentes que estudian Educación Social se trata de que “sean conscientes de la realidad del alumno, de sus objetivos y de le etapa evolutiva que vive en cada momento”, junto a las metas que ellos tienen en el campo educativo. “Se trata de que intenten integrar su discurso con el de los estudiantes llegando al mismo punto y trabajando desde la motivación principalmente”, indica.

Evaluación futura

A su vez, el objetivo de las sesiones formativas se centra en evaluar con el profesorado el trabajo realizado cuando comience el segundo trimestre. “Se trata de saber qué les ha parecido y lo que les ha aportado. Nosotros hemos ofrecido el programa con toda la buena intención, pero veremos si ha sido útil, si hay que cambiar algo y tiene sentido seguir implementándolo. Al final todas las buenas ideas, si no son efectivas, pues se quedan solo en meras intenciones”, concluye.

‘El Puente Salud Mental’ de Valladolid, entidad sin ánimo de lucro y de interés social constituida en marzo de 1991, tiene como misión mejorar la calidad de vida de personas con problemas de salud mental y la de sus familias, así como la defensa de sus derechos. Cuenta con representación en el movimiento asociativo Feafes, con presencia en todas las provincias de la Comunidad.

Los datos que maneja este colectivo apuntan que en España dos millones de jóvenes de 15 a 29 años (un 30 por ciento del total) han sufrido síntomas de trastorno mental en el último año. Además, el 50 por ciento de estas patologías comienza antes de los 15 años y el 75 por ciento antes de los 18. A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los problemas de salud mental serán la primera causa de discapacidad en 2030.