La Sala del 091-092, tras recibir una señal de alarma de un bar del centro de la capital, comisionó a varios agentes a dicho establecimiento, que acudieron inmediatamente y localizaron a un individuo que estaba intentando sacar la caja registradora del local (que tenía forzada la persiana metálica), al ver a los policías emprendió la huida, pero fue interceptado por estos a escasos metros.