Los detenidos insertaban anuncios a muy bajo precio en páginas web. Posteriormente, se ganaban la confianza de las víctimas, ya que hablaban telefónicamente con ellas, dando muchas facilidades de pago, todo ello con la intención de dar credibilidad y hacer que la víctima adelantara el dinero. Finalmente, pagaban para luego no recibir el producto o recibir uno que distaba mucho de lo comprado.