El joven, quien hoy trabaja en Logroño en el sector de la hostelería, se exponía en principio a una condena de dos años y dos meses de cárcel, si bien alcanzó finalmente un acuerdo con el fiscal traducido en una pequeña rebaja que además evitó la celebración del juicio correspondiente. El ya condenado fue detenido en un control selectivo en Tudela de madrugada cuando iba de copiloto en un coche.