Los aspirantes recibieron un sobre marrón que incluía la plantilla tipo test con las preguntas y un documento o plica en la que el opositor hacía constar sus datos y que era el autor de dicho examen. La plantilla de preguntas con las respuestas que entregaban los opositores no contaba con ningún apartado en el que se identificara quién era el autor de dicho examen mediante un código individual.