Sostuvo que es un proyecto "irrenunciable" y apostó por "pensar en grande" y modificar los plazos para poder llevar a cabo esta actuación, que reconoció se enfrenta a dificultades económicas. Caramanzana destacó que la Cámara defiende el soterramiento porque así lo demanda a su juicio la sociedad civil y los barrios afectados por el paso de la línea ferroviaria.