Los ahora investigados, adquirían los coches procedentes de empresas de alquiler de vehículos, renting y empresas de subastas, con bastantes kilómetros recorridos a un precio muy económico. Posteriormente, en el concesionario antes de ponerlos a la venta, manipulaban la cifra del cuentakilómetros para ofertarlos a través de su servicio de compra-venta de vehículos.