Se trata de una acción enmarcada dentro del Plan de Promoción de la Semana Santa, con el objetivo de posicionar, a nivel nacional e internacional, este producto turístico especializado, dentro del ámbito del turismo cultural y patrimonial, en el que Castilla y León tiene un gran potencial, al ser la Comunidad con mayor número de declaraciones de interés turístico internacional, con ocho.