Sinopsis oficial
Toby, un director de anuncios muy cínico se ve envuelto en los estrafalarios delirios de un viejo zapatero español que se cree el mismo Don Quijote. A lo largo de sus aventuras cómicas, y cada vez más surrealistas, Toby se ve abocado a enfrentarse con las trágicas repercusiones de la película que rodó cuando era un joven idealista – una película que cambió los sueños y esperanzas de un pequeño pueblo español para siempre. ¿Podrá Toby reparar los daños y recuperar su propia humanidad? ¿Podrá Don Quijote sobrevivir a su propia locura y muerte inminente? ¿El amor lo conquistará todo?
La crítica -
Por J.M.S.
Después de 25 años, debido a todo tipo de problemas difíciles de narrar, se estrena este film maldito del director Terry Gilliam en torno a nuestra figura literaria más señera. Supone una revisitación actual, y bastante original, de la historia del caballero de La Mancha.
El protagonista es un director de cine que vuelve, cuando han transcurrido 10 años, al escenario donde rodó una experimental película sobre el Quijote, desconociendo que cambió la vida de los lugareños que interpretaron a los actores principales.
Los que hayan seguido con detenimiento la trayectoria cinematográfica de Gilliam saben de su creatividad pero también de sus excesos. En El hombre que mató a Don Quijote hay de ambas cuestiones.
Es meritorio que recupe el clásico de Cervantes y lo integre en una historia que transcurre en el presente de una forma tan eficaz, puesto que el zapatero protagonista de la película, al igual que Alonso Quijano, el hidalgo de El Quijote, se vuelve loco y se cree ese caballero andante por lo que tiene las ensoñaciones que aparecen en la novela clásica. Lo que conlleva que, hasta el último tercio de la película, ésta engancha de verdad, pero el desenlace es demasiado estrafalario y histriónico.
A pesar de ello, sin duda una película curiosa.